Últimamente estoy preparando estos Kale Chips con bastante frecuencia y he de decir que cada vez les voy pillando más el truquillo. Es verdad que el Kale me cuesta digerirlo, no tengo muy claro porqué pero creo que es algo más de la acidez de la propia verdura que el proceso de elaboración.
No utilizo medidas concretas más que un poco de intuición y ojo. En un cuenco ponemos las hojas de kale, solo las hojas retirando los tallos. Se pueden comprar en bolsa en Mercadona aunque casi todos los supermercado ahora mismo tienen opciones.
Podemos preparar por separado el aliño o directamente ir añadiendolo sobre las hojas, que es lo que hago yo. Echo un buen aceite de oliva virgen extra, de verdad intentar que sea de calidad, un poco de sal (no he probado aún con gomasio… quizás queda bien) y le añadís una cucharada o más, según el gusto que queráis darle o veáis que va cogiendo el aliño, de levadura nutricional que le dará como un toque a queso tipo parmesano muy rico.
Mezclamos bien todo para que las hojas estén bien impregnadas y en un papel de sulfato lo extendemos en la bandeja del horno y lo horneamos a una temperatura media, yo suelo dejarlo a 180 grados y lo voy vigilando muy de cerca. Yo suelo ponerlo 8-10 minutos pero es ir viendo ya que cada horno es un mundo y es muy fácil que se quemen. Yo recomiendo que no te alejes mucho de la cocina e ir abriendo y viendo, incluso removiendo si hay muchas hojitas que se quedan debajo.
Quedan unos chips super versátiles para todo que debéis guardarlos en un tarro de cristal a poder ser hermético y en el exterior, nada de nevera.
A disfrutar del domingo.
Subtle Balance 